Crema protectora, formulada como base diaria para la protección cutánea frente a la luz azul o visible, tanto la artificial, que procede de todo tipo de dispositivos electrónicos utilizados a diario (teléfonos móviles, pantallas de ordenador, tabletas, iluminación tipo led etc.) como la solar, donde participa en la regulación hormonal y en los ritmos de vigilia-sueño de nuestro organismo.
La luz azul, aun siendo menos penetrante que la ultravioleta, es responsable del llamado envejecimiento digital que se manifiesta en forma de arrugas, flacidez, manchas o congestión.
La llamada protección 360º implica la cobertura de defensa de los diferentes tipos de radiación a los que estamos expuestos (ultravioleta, infrarroja y azul o visible), por lo que constituye un producto de protección integral para garantizar una piel fuerte y resistente frente a los efectos perjudiciales del entorno, a los que la sometemos a diario.
Indicación
Todo tipo de pieles y muy especialmente a partir de los 35 años.
Aplicación
Aplicar como base diaria, preferentemente por la mañana realizando un suave masaje sobre cara, cuello y escote hasta su total absorción.
Ingredientes activos
Células madre de algodón de Arabia: protector natural de carácter global o de amplio espectro frente a la radiación solar (ultravioleta, visible e infraroja). Minimiza sus efectos perjudiciales sobre la piel, particularmente el fotoenvejecimiento. Refuerza la viabilidad de las células cutáneas sometidas a la agresión solar. Presenta un carácter multifuncional: fotoprotector, antioxidante, calmante, descongestivo y reparador.
Escualano: flexibiliza la superficie cutánea sin aportar tacto graso. Es emoliente, lubricante y humectante. Con efectos beneficiosos sobre la integridad y función barrera de la piel
Glicerina: substancia humectante que forma una película protectora sobre la piel, con una acción suavizante
Derivado betaina: agente hidratante que recupera, tanto de forma inmediata como a largo plazo, la sequedad de la piel. Controla el equilibrio hídrico de las células cutáneas, reforzando su protección frente a las agresiones externas. Además, refuerza la elasticidad e integridad de la piel.